Los viales interiores se distribuyen en todo el polígono y se componen de la calzada (con doble sentido de circulación), las zonas de aparcamiento y las aceras.
Los aparcamientos comunes se encuentran situados longitudinalmente a ambos márgenes de cada calle (excepto en las zonas marcadas con prohibición).
El polígono cuenta con señalización horizontal y vertical para la regulación del tráfico y con indicadores informativos del nombre de las calles.